Egresado de la licenciatura en Gastronomía de la UdeC, comparte su experiencia laboral en Mónaco

“Mi recomendación es que sean persistentes y positivos, siempre positivos y aplicados, disciplinados más que nada, siempre la disciplina los va a ayudar muchísimo”. Yahir Alejandro Santana, becario.
Yahir Alejandro Santana Espinosa, egresado de la licenciatura en Gastronomía de la Universidad de Colima, narró en entrevista su experiencia de haber sido seleccionado por la Fundación Turquois para pasar una estancia laboral en el área de cocina de un hotel en la ciudad-estado de Mónaco.
Santana Espinosa dijo que mientras estudiaba la licenciatura, trabajó en un restaurante en el puerto de Manzanillo. El chef de ese restaurante, comentó, “ex becado de la Fundación, fue quien me platicó a detalle de la Beca; era algo sorprendente y que parecía imposible, pues son muy pocos los seleccionados, compites con todo el país y el proceso es muy riguroso”.
Respecto a la beca, señaló que ésta es promovida por la Fundación Turquois, fundada por Raymundo Turquois, originario de Mónaco y quien vino a radicar a nuestro país. “Le gustó mucho México y al ver el potencial que había en materia gastronómica, decidió hacer esta fundación privada para darle un poquito más de impulso a todos los jóvenes mexicanos que se dedican a la rama de cocina, servicio y pastelería, para que tuvieran esta oportunidad de irse al consulado de Mónaco”.
Una vez que se enteró de la beca, comenzó su proceso para ser seleccionado. “La beca como tal tiene varios filtros, el primero de ellos es la recepción de documentos; con ello van descartando alumnos, cuáles son los ideales, cuáles no, para que después pasen al segundo filtro, que es una entrevista. Después hay un examen final, teórico y práctico, depende de tu área, en mi caso fue cocina, especialidad de cocina y práctica en cocina”. Durante el proceso, además, deben pasar una estancia de cuatro meses en la Ciudad de México, donde llevan un curso intensivo del idioma francés y clases de cocina.
“La estancia de cuatro meses es el último filtro para que te puedas ir a Mónaco. Te hacen exámenes de francés, de cocina, y califican tu puntualidad y formalidad en las clases. En esa última etapa son seleccionados solamente diez, que son los que se van a Mónaco”. Una vez en Mónaco, comentó, “la Fundación te beca cien por ciento con todo, desde el visado, el hospedaje, los viáticos y la estancia en el hotel, además, te paga un incentivo”.
La estancia en Mónaco es de cuatro o cinco meses. “En total, el proceso desde que llegas a México y regresas de Mónaco, sí todo sale bien, es de nueve meses aproximadamente”.
“Para mí, esta experiencia me impactó en todos los sentidos, ya que era la primera vez que salía de México, y pues estamos hablando de otra cultura, otro idioma, otra gastronomía, pero realmente mi estancia allá fue muy agradable porque más que nada vas conociendo toda la cultura que tienen, lo que es Mónaco, su entorno, un país muy pequeño pero muy cuidado”.
“Estuve en la cocina del hotel Monte Carlo Bay. El chef se llama Marcel Rabanne y él maneja una cocina francesa de isla. De los diez que fuimos becados, generalmente nos reparten por áreas. En este caso nos mandan normalmente a hoteles, uno a cocina y el otro a pastelería. La ventaja que teníamos es que los diez vivíamos en un mismo departamento, ahí convivíamos y platicábamos. En cocina, me enseñaban una sola vez a hacer los platillos y yo tenía que replicarlos; sin embargo, a pesar de la exigencia y la presión, podía sentir su calidez”.
La Fundación, comentó, “siempre estuvo muy al pendiente de mí; una vez a la semana teníamos que reportarnos con nuestra tutora responsable para platicar nuestra experiencia, cómo nos estábamos sintiendo. Si teníamos algún problema nos ayudaban a resolverlo. Por otro lado, mis profesores de la Facultad de Gastronomía y Turismo de la Universidad de Colima siempre estuvieron dispuestos para asesorarme en temas de aprendizaje”.
Por último, Yahir señaló que, si bien hubo momentos de estrés, también los hubo de mucha satisfacción “Al fin de cuentas son experiencias, tenemos como esas partes negativas, pero también positivas y al final de cuentas todo nos sirve para la experiencia misma”.
Santana Espinosa recomendó vivir la experiencia: “En lo académico te deja mucho, ya que es un laboratorio real donde aprendes mucho. Laboralmente te ayuda porque ya tuviste una experiencia extranjera, y eso fue lo que me ayudó a conseguir trabajo aquí en México de regreso. Mi recomendación es que sean persistentes y positivos, siempre positivos y aplicados, disciplinados más que nada, siempre la disciplina los va a ayudar muchísimo”.